martes, 26 de abril de 2011

Diosas independientes: Hestia

        Hestia, en la mitología griega, es la diosa del hogar. Hija mayor de los titanes Cronos y Rea. Aunque amada por Poseidón y por Apolo, permaneció virgen. Equivalente a la diosa romana Vesta. No aparece con mucha frecuencia en los mitos griegos aunque la tuviesen en gran consideración y consagraran a ella el hogar de todas las casas, pero no mató ningún monstruo ni tejió aventuras románticas con dioses o seres mortales.
Hestia ( Vesta para los romanos ) pertenecio a la primera generacion de dioses, engendrados por Cronos ( Saturno )  y Rea ( Cibeles ). Cronos, al igual que ocurrió con su hijo Zeus, y con su padre, Urano ( el Cielo ) también se vio amenazado por la profecía de que sería destronado por un hijo suyo. De modo que, sin dudarlo, se tragó a todos sus hijos sin mirar si quiera si el recién nacido era niño o niña. En total, se tragó tres hijas ( Hera, Hestia y Demeter ) y dos hijos ( Poseidon y Hades ) Una vez más, recordar que este mito de los "Dioses- Padre Celestiales" que intentan destruir a sus hijos varones será analizado con minuciosidad al llegar a los arquetipos masculinos, en especial al de Zeus. En todo caso, precisamente fue Zeus el único hijo que se libró de semejante destino, y después, con ayuda de su madre y de Metis ( su primera esposa ) liberó a sus hermanos y hermanas del interior de Cronos.

Así pues, Hestia ya era libre. Y a pesar de ello, estuvo siempre en un segundo plano, sin destacar en nada, e incluso fue expulsada del Olimpo para dejar lugar a Dionisios, hijo menor de Zeus y dios del vino y del éxtasis de los sentidos. Se rompió así el equilibrio entre lo femenino y lo masculino, pero Hestia no se sintió víctima de ello. Adaptable a cualquier entorno, ya que tiene la capacidad de llevar la estabilidad dentro de sí misma, ella acepto ser una deidad de segunda, a pesar de que le correspondía ser venerada como una Diosa Mayor, igual que sus hermanas. Aunque no se la represento nunca físicamente, ni participo en las guerras o interactuó con mortales como los demás dioses y diosas, estaba muy presente en las vidas de los griegos de la Antiguedad. Eso sí, siempre de una forma serena, tranquila, cálida y reconfortante. Una presencia que siempre aportaba estabilidad al regresar a casa. A menudo apareció asociada con Hermes: él, como dios de mensajeros, viajeros, aventureros y ladrones, cuidaba lo de fuera, representado por la "herma" o columna que se ponía cerca de la entrada de la casas. El círculo que se colocaba en el interior de la casa, donde prendía el fuego del hogar, representaba a Hestia, que cuidaba lo de dentro, pero no solo lo de dentro de las casas en un sentido físico, sino también, el mundo interior de las personas y su espiritualidad.
Así pues, Hestia representa a una mujer introvertida, pero con un gran mundo interior, quizá creativa, pero desde luego, seguro que espiritual, y capaz de dar estabilidad y un toque cálido y hogareño a todo cuanto hace.

Hestia es una mujer que, por su capacidad de permanecer centrada en su propia espiritualidad interior, se ve poco afectada por lo que ocurre fuera. Ese rico mundo interno la puede ayudar a superar dificultades en la vida, o a sobrevivir en un entorno adverso como puede ser la violencia o los malos tratos. Así mismo, no sufrirá los vaivenes emocionales de otro tipo de mujeres, como los celos que despiertan lo peor de Hera, la furia que a veces caracteriza a Artemisa, o la volatilidad romántica que puede llevar a Afrodita a sufrir tanto por amor. Ella, independientemente de si sufre, o se enamora, lo vivirá desde su propio interior y será capaz de permanecer centrada a pesar de todas esas influencias exteriores, porque para Hestia, lo auténtico está dentro de sí misma. Igualmente, todo lo que hace, sobre todo las tareas de la casa pero también su trabajo, estará teñido de una cálida luz hogareña. En su casa, todo será limpio y ordenado, pero también vivo y alegre. Un lugar ideal donde practicar la meditación u otras actividades espirituales que tanto le gustan, y un hermoso hogar al que volver cuando uno ha estado fuera. En su trabajo, ella creará también ese mismo ambiente tranquilo, sereno y cálido que parece llevar consigo allá donde va. Pero al permanecer tan centrada en su propio mundo, Hestia puede dar la sensación, de "estar siempre mirando las musarañas" o "en Babia". Su tendencia a la timidez y a la introversión las puede llevar a ser incapaces de resolver asuntos tan materiales como llevar su propia economía, o asistir a una fiesta donde se habrá de relacionar con otra gente. Sobrelleva bien la soledad, y dentro de su propio mundo, es tan independiente como una Artemisa. Pero le cuesta salir al mundo de fuera y mostrar otra cara de sí misma que no sea la de la chica o mujer tímida y apocopada que se queda sentada en el baile o no se atreve a hacer las cosas solo "por timidez".

Diosas independientes: Artemisa

Otra mujer de la mitología griega es Artemisa, hija de Zeus y Leto y hermana gemela de Apolo. En la mitología romana era conocida como Diana. En la mitología etrusca, tomaba la forma de Artume.Era la diosa lunar virgen de la caza, los animales salvajes, la curación, las tierras salvajes, la castidad y paradójicamente los partos (era adorada como una diosa de la fertilidad y los partos principalmente en las ciudades), pues ayudó a su madre el parto de su gemelo. Sus sacerdotisas era designadas con el título de Melisa.
En el arte, Artemisa era típicamente retratada con una media luna sobre su cabeza y con su arco y sus flechas, creados por Hefestos y los Cíclopes. Estas flechas, en contraste con su papel como diosa de los partos, se decía que eran la causa de la muerte de las mujeres en los alumbramientos. Otra contradicción es que era una diosa de la curación que trajo la lepra, la rabia y la gota.

En Éfeso, el templo de Artemisa llegó a ser una de las siete maravillas del mundo. En Éfeso, y en el resto de Asia Menor, era adorada principalmente como una diosa de la tierra y la fertilidad, semejante a Cibeles, y a diferencia de lo que ocurría en el continente griego. Allí las estatuas muestran a Artemisa con su arco y sus flechas, mientras que las estatuas de Asia Menor la muestran con nódulos en su pecho que se creen que son múltiples pezones, pechos o testículos de toros sacrificados.

Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada y que su marido, Zeus, era el padre, la expulsó del Olimpo e hizo que la serpiente Pitón la persiguiera por todo el mundo. Luego secuestró a Ilitía, la diosa de los partos, para evitar que Leto diese a luz. De cualquier forma, primero nació Artemisa y ésta ayudó a nacer a Apolo. Otra versión afirma que Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, y que ayudó a Leto a cruzar el mar hasta Delos el día siguiente para dar a luz a Apolo. A los tres años, Artemisa pidió a su padre, Zeus, que le concediera virginidad perpetua. Éste accedió. Todos sus compañeros permanecieron vírgenes, y ella guardó su castidad muy celosamente.

Acteón: En una ocasión, estaba Artemisa bañándose desnuda en el bosque cuando el cazador Acteón tropezó con ella. Se detuvo y se quedó mirándola, fascinado por su belleza arrebatadora. Cuando le vio, Artemisa le transformó en un ciervo y, disgustada por haber sido espiada, envió a sus propios sabuesos a que le mataran. Éstos le destrozaron. Alternativamente, Acteón alardeó de ser mejor cazador que Artemisa, y ésta le transformó en un venado que fue devorado por sus propios sabuesos.

Siproites: Este vio a Artemisa bañándose desnuda y fue transformado por ella en una mujer. (La historia completa no se ha conservado en la obra de ningún mitógrafo, pero es mencionada brevemente por Antoninus Liberalis.)

Orión: Tras abandonar a Eos, Orión se convirtió en un seguidor de Artemisa. Ésta terminó por matarle, aunque las razones varían: Orión y Artemisa estaban prometidos. Su hermano, Apolo, no creía que fuese apropiado para ella casarse con un mortal. Apolo convenció a Orión a meterse en el agua y entonces desafió a Artemisa a que intentase acertar al punto apenas visible (en realidad, la cabeza de Orión) con una flecha desde la orilla. Ésta acertó, matándole.
Orión violó a una de las seguidoras de Artemisa. Ésta envió a Escorpio, un escorpión, a matarle, y ambos fueron situados entre las estrellas como constelaciones. Esta leyenda explica por qué la constelación de Escorpio aparece justo cuando Orión empieza a ponerse: el escorpión aún le persigue. El perro de Orión pasó a ser Sirius, la estrella perro. 

Calisto: Artemisa mataba a cualquiera de sus compañeras que perdiese su virginidad, tales como Mera y Calisto. Esta última perdió su virginidad con Zeus, que se había presentado disfrazado como Artemisa. Enfurecida, la auténtica Artemisa la transformó en una osa. El hijo de Calisto, Aras, casi mató a su madre mientras cazaba, pero Zeus o Artemisa le detuvieron y subieron a ambos al cielo como la Osa Mayor y la Osa Menor.

Agamenón e Ifigenia: Artemisa castigó a Agamenón tras matar éste un ciervo sagrado en una arboleda sagrada y alardear de ser mejor cazador. En su camino a Troya para participar en la Guerra de Troya, los barcos de Agamenón quedaron de repente inmóviles al detener Artemisa el viento. Un oráculo llamado Calcas dijo a Agamenón que la única forma de apaciguar a Artemisa era sacrificar a Ifigenia, su hija. Según algunas versiones, así lo hizo, pero otras afirman que sacrificó un ciervo en su lugar y que Ifigenia fue llevada a Crimea a preparar otros para sacrificarlos a Artemisa.

Níobe: La reina de Tebas y esposa de Anfión, alardeó de su superioridad sobre Leto porque había tenido catorce hijos (los Nióbides), siete varones y siete mujeres, mientras Leto había tenido sólo dos. Apolo mató a sus hijos mientras éstos practicaban atletismo, a pesar de sus súplicas, y Artemisa a sus hijas. Apolo y Artemisa usaron flechas envenenadas para matarlos, aunque según algunas versiones algunos de los Nióbides fueron perdonados. Anfión, al ver a sus hijos muertos, se suicidó o fue asesinado por Apolo tras jurar venganza. Una desolada Níobe huyó al monte Sípilo en Asia Menor y se convirtió en piedra mientras lloraba, o se suicidó. Sus lágrimas formaron el río Aquelo. Zeus había convertido a todos los habitantes de Tebas en piedra, por lo que nadie enterró a los Nióbides hasta el noveno día tras su muerte, cuando los propios dioses les dieron sepultura.

Taigete: Zeus persiguió a Taigete, una de las Pléyades, quien rezó a Artemisa. La diosa transformó a Taigete en una cierva, pero Zeus la violó cuando estaba inconsciente. Así concibió a Lacedemón, el mítico fundador de Esparta.

Oto y Efialtes: Oto y Efialtes eran dos gemelos gigantes que un momento dado quisieron tomar al asalto el monte Olimpo. Lograron secuestrar a Ares y encerrarlo en una vasija durante trece meses. Sólo fue liberado cuando Artemisa ofreció acostarse con Oto. Esto hizo que Efialtes sintiera envidia y ambos pelearon. Artemisa se transformó en una cierva y saltó entre los dos. Los Alóadas, para evitar que huyera, arrojaron sus lanzas y se mataron uno al otro.


Las Meleágridas: Tras la muerte de Meleagro, Artemisa convirtió a sus afligidas hijas, las Meleágridas, en pintadas.

Quione: Artemisa mató a Quione por su orgullo y vanidad.

Atalanta y Eneo: Artemisa salvó a la pequeña Atalanta de morir de frío tras haber sido abandonada por su padre en la cima de una montaña. Artemisa envió una osa a amamantar al bebé, quien fue luego criado por cazadores. Entre otras aventuras, Atalanta participó en la cacería del jabalí de Calidón, que artemisa había enviado para destruir Calidón porque el rey Eneo se había olvidado de ella en los sacrificios de la cosecha.


Aradia:
Diana fue la madre de Aradia con Lucifer.



Como buena diosa de la caza, la mujer Artemisa ama la naturaleza y disfruta sintiendose cerca de ella. Le encantara salir a dar un paseo por el campo, montar a caballo, o practicar deportes de aventura en plena naturaleza. Competitiva y aventurera, no dudará en ser la primera que entre en un mundo o una profesión de hombres, donde disfrutará compitiendo con ellos y venciéndoles, y siendo una pionera que abra camino para otras. Artemisa fue también "la hermana", nacida a la vez que Apolo como gemela. Esta parte de su arquetipo la llevara a sentirse muy unida a las demás mujeres. Su sentimiento de hermandad con ellas la llevará a sentirse en su salsa en toda actividad que implique una reivindicación feminista, y se sentirá protectora con aquellas mujeres a las que vea más débiles que ella. No en vano, Artemisa ejerció de protectora de sus compañeras ninfas, de las Amazonas, y  era la diosa que protegía a las muchachas adolescentes y a las parturientas. En general, Artemisa parece encarnar los valores más feministas: independencia de los hombres, sentirse capaz de medirse con ellos, unirse a las demás mujeres para reivindicar los derechos de todas, y proteger el medio ambiente. Pero la mujer Artemisa tiende a ser competitiva, cosa que puede ayudarla en muchas ocasiones, pero también puede ir en su contra. Cuando la diosa se vio incapaz de rechazar el reto que su hermano le proponía, sin saberlo termino matando al hombre del que se había enamorado. Esta tendencia a competir todo el tiempo, sobre todo con los hombres, y a verlos a estos como "el rival a batir" puede poner en peligro sus relaciones e incluso, llegar a destruirlas. Así mismo, son normalmente, mujeres de carácter muy fuerte e independientes. No desean que nadie las ayude aun cuando lo estén pasando mal, no quieren "mostrarse desnudas ante nadie". Sienten que no necesitan mostrar su cara más vulnerable, que no es bueno ser débil, y pueden llegar a mostrarse muy duras con aquellas personas de su alrededor que son más sensibles y muestran esos sentimientos con más facilidad, o con ellas mismas si pasan un momento de mayor debilidad en el que estén más sensibles. Nunca dejarán que nadie las vea llorar, y quizás, se nieguen a pedir la ayuda que tanto necesitan.

lunes, 25 de abril de 2011

Diosas independientes: Atenea

Una de esas diosas es Atenea. Era la protectora del arte de tejer y otras manualidades, la sabiduría y la batalla.

A diferencia de Ares (el dios de la guerra), que era muy temperamental y poco fiable en la batalla, el domino de Atenea era la estrategia y las tácticas. Atenea es la diosa consejera y protectora de la ciudad y de las instituciones políticas.
Existen varias versiones de su nacimiento. En una, Zeus tuvo relaciones con Metis, la diosa del pensamiento astuto, pero temió inmediatamente las consecuencias. Había sido profetizado que Metis alumbraría hijos más poderosos que el propio Zeus. Para impedirlo, Zeus transformó a Metis en una mosca y se la tragó inmediatamente después de acostarse con ella. Pero fue demasiado tarde: Metis ya había concebido un hijo, e inmediatamente empezó a fabricar un casco y una túnica para su hija. El martilleo que provocaba mientras hacía el casco causó a Zeus mucho dolor y tuvieron que partirle en dos la cabeza de Zeus con un hacha minoica de doble hoja. Atenea saltó de la cabeza de Zeus, adulta y armada, y Zeus no quedó peor tras esta experiencia.

Atenea es una diosa guerrera armada, nunca una niña, y siempre virgen, nunca tuvo consortes ni amantes.
Atenea es retratada clásicamente vistiendo una armadura completa con casco, llevando una lanza y un escudo con la cabeza de la Gorgona Medusa. Es en esta postura como estaba representada en la famosa estatua de oro y marfil de Fidias, actualmente perdida, en el Partenón de la Acrópolis ateniense. Pero es también representada frecuentemente con un búho (un símbolo de sabiduría) posado en uno de sus hombros.


EPISODIOS
Erictonio: Hefestos intentó violar a Atenea pero no lo logró. Su semen cayó al suelo y el que cayó en la pierna de Atenea lo limpió con un trozo de lana que después tiró al suelo y Erictonio nació de la tierra y la lana. Otra versión dice que Hefestos quería que Atenea se casase con él, pero que desapareció en el lecho nupcial, y Hefestos terminó eyaculando en el suelo.
Atenea dio al bebé dentro de una pequeña caja a tres hermanas, Herse, Pandrosa y Aglauro, advirtiéndoles que nunca la abriesen. Aglauro y Herse abrieron la caja, que contenía al infante y futuro rey Erictonio. La vista hizo que enloquecieran y se arrojaron desde la Acrópolis. Una versión alternativa de la misma historia es que mientras Atenea había ido a traer una montaña para usarla en la Acrópolis, las dos tercas hermanas abrieron la caja. Un cuervo vio cómo lo hacían y voló a decírselo a Atenea, quien montó en cólera y dejó caer la montaña (actualmente, el monte Likavitos). Otra vez más, Herse y Aglauro se volvieron locas y se tiraron a un acantilado, muriendo.
Erictonio se convertiría más tarde en rey de Atenas y llevaría muchos cambios beneficiosos a la cultura ateniense. Durante su reinado, Atenea lo protegió con frecuencia.

Atenas: Atenea compitió con Poseidón por ser la deidad protectora de Atenas. Ambos acordaron que cada uno haría un regalo a los atenienses y que éstos elegirían el que prefiriesen. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, pero su agua era salada y por tanto no muy útil, mientras que Atenea ofreció el primer olivo domesticado. Los atenienses (o mejor dicho su rey, Cecrops) escogieron el olivo y con él a Atenea como patrona, pues el árbol daba madera, aceite y alimento. Resulta interesante advertir que Atenas fue una importante potencia marítima, llegando a derrotar a la flota persa en la batalla de Salamina cerca de la isla Salamina en 480 adC. Atenea fue también la diosa protectora de otras ciudades, notablemente Esparta.

Aracne: Una mujer llamada Aracne alardeó en cierta ocasión de ser mejor tejedora que Atenea, la diosa de la tejeduría. Atenea se le apareció disfrazada como una anciana y le dijo que se arrepintiese, pero en lugar de hacerlo Aracne desafió a Atenea a un concurso. La anciana se quitó su disfraz y empezó el concurso. Atenea tejió una representación del conflicto con Poseidón acerca de Atenas, mientras que Aracne tejió una representación de las muchas hazañas de Zeus. Atenea se enfureció por la habilidad de Aracne y su elección de tema (el concurso nunca llegó a decidirse), y con un toque la llenó de una tremenda culpabilidad. Aracne intentó matarse y Atenea la convirtió en la primera araña.

Perseo y Medusa: Atenea guió a Perseo a eliminar a Medusa, un peligroso vestigio intacto del viejo orden preolímpico, y fue recompensada con espeluznante trofeo que convertía a los hombres en piedra, para su escudo.

Heracles: Atenea enseñó a Heracles cómo despellejar al león de Nemea, usando las propias garras del león para cortar su gruesa piel. La piel del león se convirtió en la prenda característica de Heracles, junto con el mazo de madera de olivo que usaba en la batalla. Atenea también ayudó a Heracles en algunos otros trabajos.

Tiresias y Cariclo: Atenea cegó a Tiresias después de que éste se la hallase bañándose desnuda. Su madre, Cariclo, le suplicó que deshiciera la maldición, pero Atenea no podía, y a cambio le dio el don de la profecía.

Miscelánea: Atenea (Minerva) es el tema de la moneda conmemorativa 1915-S Panamá-Pacífico de 50 dólares. Con 2,5 onzas troy (78 g) de oro, es la mayor moneda (en peso) jamás acuñada por los Estados Unidos. Fue la primera moneda de 50 dólares acuñada y no se produjo ninguna mayor hasta las monedas de platino de 100 dólares de 1997. Por su puesto, en términos de valor nominal ajustado, la de 1915 es la mayor denominación jamás emitida por Estados Unidos. 

                                 

La mujer Atenea destaca por la brillantez de su mente. Es una mujer brillante, que deseara que todo el mundo tenga en cuenta sus capacidades, y que se siente más cómoda trabajando en una oficina, como secretaria ejecutiva del presidente de una gran empresa, que quedándose "en casa con los niños" como tradicionalmente se espera de una mujer. Sin embargo, como ama de casa, también brilla su capacidad para la estrategia, siendo sin duda capaz de realizar todas las tareas con gran eficiencia, o delegando solo en gente de la más estricta confianza para esos menesteres. Sera habitual que se asocie, o incluso se case con un hombre importante, recordemos que la diosa fue mano derecha de Zeus y patrona de los héroes. Ella se siente en su salsa bien siendo una profesional por el reto intelectual que ello le supone. Trabaja dentro y fuera de casa, y es tal su capacidad de estratega que da la impresión de ser ese tipo de "supermujer" que puede con todo. O tal vez esa esa clase de esposa de la alta sociedad, que lleva su casa y a los empleados domésticos igual que dirigiría un departamento de una gran empresa, y que organiza fiestas benéficas y demás actividades para la "jet-set". En todo caso, su brillantez de estratega y su inteligencia con apreciadas y admiradas allá donde va. Es una mujer con cabeza y con los pies en la Tierra. Pero la mujer Atenea suele vivir más en mente que en su cuerpo o en su corazón, y corre el riesgo de desconectarse por completo de sus emociones. Igual que la diosa, puede ir acorazada ante el mundo, y lo que es peor, dar la imagen de una mujer fría, calculadora y altiva, la que, como buena tejedora, sabe "manejar los hilos". Su asociación con hombres poderosos, ya sea por negocios o por amor, podrá despertar las envidias de otras mujeres, pero ante eso, ella se mostrara tan dura en inflexible como la diosa fue con Aracne, sobre todo si estas amenazan su sociedad con su "héroe" particular, aunque no lo hará por celos como lo haría Hera. Ella es impermeable a ese tipo de emociones, y por eso parecerá tan fría y distante ante los demás. En ocasiones, esto se puede traducir en el "Efecto Medusa". Tras ayudar a Perseo a matar a la temida Gorgona, Atenea corto su cabeza y la puso como adorno en su coraza. Así pues, en ocasiones, la mujer regida por este arquetipo puede mostrarse tan dura, tan fría, tan poco emocional, que los demás a su alrededor corren riesgo de convertirse en piedra.

Bienvenida!

¿Alguna vez os habéis preguntado por qué los hombres dicen no entendernos? La respuesta, a día de hoy, parece muy clara y está en boca de muchas mujeres: son más infantiles que las mujeres desde siempre y no pueden entendernos. 

Primeramente, la culpa no es solo de ellos o solo de nosotras. Tanto hombres como mujeres tienen la culpa. Es curioso como las mujeres que no tienen novio y esperan a su príncipe azul, quedan con hombres y cuando nunca suelen ser “su media naranja” pasan de un pensamiento a otro. La mayoría de las mujeres han buscado cómo ser la mujer perfecta para ellos. En cambio muy pocos chicos han hecho lo mismo. Opinión personal: Aquí le doy la razón a los hombres. Quien te quiera de verdad lo hará por cómo eres. ¿Qué vas a hacer si eres pelirroja y encuentras que al 90% de los hombres le gustan las rubias y al otro 10% las morenas? ¿Te vas a teñir? ¿Por quién? ¿Por ellos?